Los cantos rituales se interpretaban durante las distintas fiestas populares y rituales. Están relacionadas con las creencias paganas de los antiguos eslavos. Los eslavos creían en el poder de las fuerzas de la naturaleza creyendo que estos cantos ayudaban a conseguir los deseos.
La poesía ritual está vinculada con las labores en el campo, vida familiar y el calendario de las fiestas.
Estas canciones tuvieron que asegurar el éxito en la gestión económica, buena cosecha y la felicidad en la vida familiar. Después de la cosecha, el pueblo cantaba canciones alabando y agradeciendo al terreno de la buena cosecha.
Entre muchos géneros de cantos rituales destacamos: haivki, canciones de Kupala, canciones sobre la cosecha (zhnyvarski pisni), etc.
Muchos cantos que hoy asociamos con la Navidad y la Pascua tienen sus orígenes en las tradiciones de los antiguos eslavos. Con la llegada del Cristianismo a los terrenos de Ucrania, algunos de estas canciones se fueron incorporando al repertorio cristiano.
Los cantos rituales se distribuyen en tres ciclos según el calendario anual: invierno, primavera y otoño.
Ciclo de invierno:
Este ciclo se caracterizaba por cantos llamados kolyadky (villancicos).

En este día la todopoderosa diosa Kolyada daba a luz al nuevo Sol en las aguas del río Dniéper. Según un leyenda, la serpiente Korotún en este día intenta comer al nuevo Sol naciente. Por tanto los paganos intentaban proteger al recién nacido. Después de correr a Korotún iban de casa en casa anunciando sobre el nacimiento de nuevo Sol, nueva vida. La temática era de felicitaciones a los dueños y la alabanza a recién nacido.
Como ya hemos señalado anteriormente estos cantos se fueron incorporando a la Iglesia con la llegada de Cristianismo a partir del siglo X. Algunos cantos sufrieron ciertos cambios para poder formar parte del repertorio religioso.
Actualmente y desde hace muchos siglos canciones como kolyadky (villancicos) se cantan durante la Navidad que se celebra el 7 de enero.
Ciclo de primavera
La bienvenida de la primavera se realizaba con canciones como haivky y vesnianky de temática primaveral. Este tipo de cantos populares se originaron en tiempos pre-cristianos en la tierra ucraniana. Cuando nuestros antepasados celebraban fiestas para dar la bienvenida a la llegada de la primavera.
Un festejo particular de alegría de la Pascua en Ucrania eran las haivky. Son un tesoro de la cultura de nuestros antepasados, que más tarde se incorporaron en la tradición religiosa ortodoxa.
Actualmente las haivky son
unos cantos tradicionales que se cantan exclusivamente en la Semana Santa,
sobre todo el día de la Pascua. Estos cantos son variados: para niños, jóvenes y
mayores. Siempre van acompañados de bailes y juegos. El contenido de las haivky es sobre flores, pájaros, todo relacionado con la primavera.
El domingo de Pascua, después de la Misa y la digustación
de los huevos y pan de Pascua, los niños con sus padres, los jóvenes llegan a la
pradera o la plaza cercana a Iglesia. Allí protagonizan diversas actividades con
cantos haivky, bailes y juegos.
Lo más importante es que todas las haivky son las canciones que alegran a las personas, llevan
sus almas a la belleza y optimismo. Es un precioso tesoro de la temprana
cultura de nuestros antepasados.
Ciclo de verano
El ciclo de verano se caracteriza por la festividad de Ivana Kupala.
Kupalo, es un personaje mitológico eslavo asociado con la
celebración del solsticio de verano, día
de San Juan (más tarde combinado con la fiesta cristiana de la Natividad de San
Juan Bautista, 24 de junio, también llamado Ivan Kupala ) . Para los
eslavos es el dios del solsticio de verano, también es el patrón del
matrimonio, amor y procreación.
Los ritos están relacionadas con el papel del agua en la fertilidad y en la purificación ritual. En esta fiesta, los jóvenes saltan por encima de las hogueras. La hoguera es una reliquia de la costumbre pagana de traer sacrificios , en torno al cual se presentaron danzas rituales y se cantaron cantos rituales. Otro ritual es cuando las chicas depositan las coronas de flores que el río se lleva flotando, a menudo iluminadas con velas, con la intención de prever su suerte en las relaciones según el comportamiento de las flores al seguir la corriente del río. Los hombres intentan coger las coronas, con la esperanza de captar también así el interés de la mujer que depositó la corona.
Existe una creencia muy antigua, que dice que la víspera de San Juan es el
único día del año en que florecen los helechos y que la prosperidad, buena
suerte, sabiduría y poder recaerán en quienquiera que halle una de estas
flores. Así, en la Noche de San Juan, los
jóvenes de los pueblos vagan por los bosques en búsqueda de hierbas mágicas y,
en particular, de las elusivas flores de helecho.

La diversa variedad de canciones acompañaban los
distintos rituales. Por ejemplo durante los saltos sobre la hoguera se cantaban
una canciones, cuando se depositaban las coronas de flores se cantaban otras.
También hay canciones específicas para la búsqueda de los helechos en los
bosques.
No hay comentarios:
Publicar un comentario